En esta entrada las portagonistas son dos Barbies de mi infancia, que estrenan cuerpo; gracias a lo que he aprendido en el grupo una vitrina llena de tesoros y amigos; les cambié el cuerpo por uno actual, para que les sirviera la misma ropa que a todas las demás, y, además ajusté los cuellos con gomas, pues la rubia tenía la cabeza dada de sí y se le iba hacia atrás.
Es curioso verlas estrenando cuerpo, y estas fotos me hace especial ilusión enseñarlas porque pasé horas muy felices junto a ellas, y de alguna manera vuelven a estar listar para dar guerra otros años más.
La rubia me encantaba porque me parecía que tenía la cara más dulce del mundo, mientras que la otra, porque era la primera barbie Teresa que veía.
jejeje yo también he acabado haciendole transplante de cuerpo a las dos que conservo de infancia, y me encanta el resultado! dan mucho juego jejeje, tus chicas muy guapas!
ResponderEliminargracias!! la verdad es que me hace muchísima ilusión poder actualizar las muñecas con las que tanto jugué en mi infancia.
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